Estado de ausencia en la Terapia de Aceptación y Compromiso

Es seguro afirmar que una gran mayoría de las personas podemos reconocer e identificarnos con la sensación de perderse en los pensamientos o de caer en una laguna mental, y con frecuencia esto puede implicar también una sensación de sentirse en otro lugar o de desconexión con lo que está ocurriendo en el momento. Esto en parte ocurre debido al efecto dominante que pueden tener los pensamientos, sentimientos, sensaciones, impulsos y disposiciones internas sobre nuestra atención y nuestra conducta.

Sin embargo, en esto también juega un papel importante el proceso de la fusión cognitiva, en particular, una fusión con nuestro modo mental de resolución de problemas. Este modo mental, como su nombre lo indica, busca soluciones para situaciones problemáticas, aversivas, y para ello requiere de constante evaluación, análisis y comparación del pasado con el fin de obtener mejores resultados futuros. Lo anterior, si bien es conveniente y útil en algunas situaciones, en otras, donde no es necesario resolver algo en particular, tiene como consecuencia que se desatiende el momento presente, pasan desapercibidas cosas importantes. En otras palabras, se da un apego a las expectativas sobre un pasado y/o futuros ideales, hay un intenso enfoque en los pensamientos o recuerdos, y como resultado, la conducta se ve reducida a raíz de la desconexión con lo que verdaderamente está ocurriendo, y la vida pasa desapercibida sin ser aprovechada plenamente.

Lo anterior se puede manifestar de diferentes formas, entre las cuales se encuentran las cavilaciones, las preocupaciones y la rumiación, que permiten ilustrar de manera clara el apego a los procesos mentales, y al futuro y al pasado respectivamente. También es posible identificar este proceso en conductas más desapercibidas como cierta incapacidad en centrar y mantener la atención en elementos del presente, en el momento aquí y ahora, o un control rígido de la atención, la cual puede contactar brevemente el presente, pero regresa constantemente a elementos del pasado o el futuro. Esta ausencia o desconexión con el momento presente incluso puede presentarse cuando una narración frecuentemente recurre a explicaciones o análisis, como una forma de evitar determinados contenidos angustiantes, es decir, se da en cierta manera un refugio en el ámbito racional, el cual es inherentemente verbal, con el objetivo de evitar el ámbito emocional.

En el caso de la fusión y la defusión cognitiva se pudo apreciar el hecho de que ninguno de los dos procesos es superior o mejor que el otro, sino que es su aplicación inconsciente la que se vuelve problemática y de ahí que un objetivo fundamental consista en aprender a utilizarlos a conveniencia. Ya que el estar ausente también involucra el proceso de fusión, igualmente se puede aplicar el mismo principio de aprender cuándo recurrir a nuestros procesos mentales se realiza al servicio de una vida significativa. Esto se puede ejemplificar con el hecho de que recordar eventos del pasado puede aportar a la abstracción de aprendizajes y reflexiones valiosas, o a nuestra propia elaboración de sentido vital; por otra parte, planificar o anticipar situaciones futuras también es una gran ventaja para conseguir mejores resultados de acuerdo a nuestros fines. En suma, estos dos procesos forman parte del modo mental de resolución de problemas, que como hemos visto, representa una gran ventaja adaptativa, y es una poderosa herramienta, que, a su vez, hay que aprender a dominar y a utilizar de una forma más estratégica. ¿Por qué insistir en el contacto con el momento presente? Pues porque este es el único espacio temporal al que verdaderamente tenemos acceso directo, en el que se desenvuelve nuestra vida y el que podemos experimentar plenamente, y cada ocasión que nos permitamos enfocar nuestra atención en el aquí y en el ahora, al mismo tiempo representa centrarnos en nuestra vida ocurriendo momento a momento. Lo anterior además nos facilita la flexibilidad conductual necesaria para responder y adaptarnos a las demandas variables del entorno y participar de una forma más activa en lo que ocurre a nuestro alrededor.